Parece claro que el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y los que componen su gobierno de extrema derecha, no se han dado cuenta de la magnitud del regalo que han ofrecido al pueblo palestino, y a las naciones árabes y musulmanas cuando permitieron esa carnicería en medio del mediterráneo, matando a una veintena de personas e hiriendo decenas a parte.
Es verdad que hemos perdido a veinte mártires, la mayoría de ellos turcos, pero hemos ganado a 70 millones de los hijos del pueblo de Turquía para la mayor causa islámica en los últimos 100 años.
La sangre turca que se abrazó con su homóloga argelina y palestina y la de otras 50 nacionalidades diferentes ha sido clave en un despertar generalizado en Turquía y puede lanzar a algunos para que pidan una venganza de un modo u otro.
Las carnicerías que cometen los distintos gobiernos israelís, ya sea por tierra en Gaza o por mar interceptando barcos de ayuda humanitaria equivale al esfuerzo de de decenas de años y millones de dólares que pueden gastarse los árabes para mostrar la cara atroz, salvaje y bárbara de la prepotencia israelí al mundo entero.
Y todo esto es por el esfuerzo de personas valientes que decidieron embarcarse en este viaje para estar al lado de los palestinos que viven encerrados en la franja de Gaza, enfrentándose a la injusticia israelí con medicinas, sacos de cemento, sacos de harina y botellas de aceite, consiguiendo milagros que no han podido acometer tantos ejércitos árabes con presupuestos multimillonarios.
La flota de la Libertad ha conseguido:
Primero, ha evidenciado la complicidad árabe – a nivel oficial - con el bloqueo israelí a Gaza, ha frustrado todos los intentos de manipulación de la opinión pública árabe y musulmana, además de devolver la causa palestina entera a la escena internacional.
Segundo, ha derivado en una reacción internacional civil en contra del estado de Israel en su guerra abierta contra gente desarmada y desamparada.
Tercero, ha revelado que los gobiernos árabes, sobre todo las que tienen un acuerdo de paz con el estado hebreo no se preocupan para nada de la situación de la gente encerrada y encarcelada en la franja de Gaza. Por ejemplo, Jordania y Egipto, se conformaron con llamar al embajador israelí a consultas, como hicieron países europeos como España, Suecia, Grecia y noruega.
Cuarto, esta operación ha mostrado a Israel como un país pirata, con la salvedad de que los piratas de alta mar no representan un gobierno que dice ser la única democracia en oriente medio y el mensajero de los valores éticos de la cultura occidental en la zona.
Quinto, esta operación ha significado un respiro momentáneo a Irán y su presidente Mahmud Ahmadinejad, porque ha enseñado al mundo entero que Israel es realmente el peligro más importante para la zona y el mundo entero.
Sexto, los activistas y voluntarios que iban a bordo de los seis barcos y la mayoría de ellos son diputados, políticos y miembros de organizaciones de derechos humanos, han mostrado una valentía impresionante a la hora de hacer frente a las amenazas de las fuerzas del comando de élite israelí que abordó los barcos y les agredieron.
Muchas lecciones se pueden extraer de este incidente, la más importante de ellas es que la voluntad es más fuerte que las armas, y que la resistencia con todas sus formas frente a un agresor que no respeta ley internacional ninguna es la mejor solución para conseguir las metas esperadas de libertad, independencia y justicia.
Decimos gracias al pueblo turco y sus fuerzas políticas, gracias también al gobierno turco y al señor Recep Tayeb Erdogan y su compañero de viaje el señor Abdallah Gül por apoyar esta marcha por Gaza y permitir su salida de puertos turcos, sobre todo cuando la mayoría absoluta de los gobernantes árabes no han podido hacer lo mismo.
El mundo vio con sus propios ojos lo que es el sionismo, la pregunta, como siempre, es: ¿Qué hará el mundo con la verdad en sus manos?
ResponderEliminarSeguramente, la esconderá como suele ocurrir. en el mundo árabe ya estamos acostumbrados a ello..
ResponderEliminar