La situación en la sitiada franja de Gaza se calienta otra vez y se prevé una primavera caliente en la zona. La tregua que tenían por una parte las facciones palestinas de Hamás y Yihad Islámica entre otras y por otro Israel se está resquebrajando principalmente porque se sostenía en pilares que se han derrumbado con la salida de Hosni Mubarak de su “trono” de Egipto.
Después de la operación “plomo fundido” que ha causado más de 1400 víctimas mortales palestinas -la mayoría de ellas mujeres y niños- y ante la imposibilidad de que se pudiera acabar con el gobierno islámico de Hamás, Israel declaró una tregua unilateral no sin antes haber implicado al Egipto de Mubarak -bajo presiones de la administración norteamericana- activamente en el bloqueo de Gaza para no permitir el paso de armamento a las milicias palestinas ayudándose para ello del muro de la “vergüenza” que se empezó a construir a lo largo de la frontera Egipcio-palestina con la participación de ingenieros especializados estadounidenses. Todo esto en un intento desesperado por que los ciudadanos palestinos en Gaza se levantaran y consiguieran liberarse del gobierno -terrorista según Israel, golpista según Mahmud Abbas- de Hamás.
Este plan diabólico y nazi ha sido multiplicado por cero por la revolución del pueblo Egipcio y la consecuente salida del presidente Hosni Mubarak, lo cual ha abierto la puerta a un gobierno de transición que tiene como ministro de asuntos exteriores al señor Nabil Al Arabi, ex representante de Egipto ante Naciones Unidas, y que no ha dudado en amenazar a Israel si esta decidiera llevar a cabo una operación militar en la franja.
No hay la menor duda de que la revolución egipcia ha suavizado el acoso israelí sobre Gaza y eso seguro que está permitiendo a las facciones militarizadas palestinas llevar más armamento dentro de la franja para poder defender cualquier aventura israelí sobre su territorio. De esta manera, los israelíes están viendo cómo el escenario libanés del norte se repite en el sur con el mismo dilema y las mismas preocupaciones. Si decidiesen atacar Gaza al estilo de la última operación “Plomo fundido”, primero, arriesgarían a las poblaciones de las ciudades y pueblos del sur del estado amenazados por los cohetes palestinos, segundo, no tendrían la victoria asegurada sobre todo si tuvieran que entrar por tierra lo que conllevaría pérdidas humanas, y tercero, se derrumbaría todo el esfuerzo diplomático que se está llevando a cabo para mejorar su imagen en el mundo después de los episodios sangrientos en el Líbano, en Gaza y en el mar mediterráneo con la masacre de la flotilla de la libertad todavía resonando en las relaciones con el vecino –antiguo aliado- turco.
Si finalmente deciden no atacar, le estarían dando tiempo a las milicias palestinas para que sigan armándose con misiles de más capacidad y más alcance pero ahora con una presencia iraní incómoda en el mediterráneo, algo que no ocurría en los días anteriores a la revolución del pueblo egipcio.
No hay duda de que Israel se está acordando estos días del anterior presidente de Egipto y sus generosas contribuciones al estado de Israel ya sean en temas de seguridad, de energía, pero encima de todo porque era el líder del eje de los moderados que en la anterior década ha hecho frente a los focos de resistencia anti sionista presentes y con fuerza en Oriente Medio.
Mohammed Mehdi
Después de la operación “plomo fundido” que ha causado más de 1400 víctimas mortales palestinas -la mayoría de ellas mujeres y niños- y ante la imposibilidad de que se pudiera acabar con el gobierno islámico de Hamás, Israel declaró una tregua unilateral no sin antes haber implicado al Egipto de Mubarak -bajo presiones de la administración norteamericana- activamente en el bloqueo de Gaza para no permitir el paso de armamento a las milicias palestinas ayudándose para ello del muro de la “vergüenza” que se empezó a construir a lo largo de la frontera Egipcio-palestina con la participación de ingenieros especializados estadounidenses. Todo esto en un intento desesperado por que los ciudadanos palestinos en Gaza se levantaran y consiguieran liberarse del gobierno -terrorista según Israel, golpista según Mahmud Abbas- de Hamás.
Este plan diabólico y nazi ha sido multiplicado por cero por la revolución del pueblo Egipcio y la consecuente salida del presidente Hosni Mubarak, lo cual ha abierto la puerta a un gobierno de transición que tiene como ministro de asuntos exteriores al señor Nabil Al Arabi, ex representante de Egipto ante Naciones Unidas, y que no ha dudado en amenazar a Israel si esta decidiera llevar a cabo una operación militar en la franja.
No hay la menor duda de que la revolución egipcia ha suavizado el acoso israelí sobre Gaza y eso seguro que está permitiendo a las facciones militarizadas palestinas llevar más armamento dentro de la franja para poder defender cualquier aventura israelí sobre su territorio. De esta manera, los israelíes están viendo cómo el escenario libanés del norte se repite en el sur con el mismo dilema y las mismas preocupaciones. Si decidiesen atacar Gaza al estilo de la última operación “Plomo fundido”, primero, arriesgarían a las poblaciones de las ciudades y pueblos del sur del estado amenazados por los cohetes palestinos, segundo, no tendrían la victoria asegurada sobre todo si tuvieran que entrar por tierra lo que conllevaría pérdidas humanas, y tercero, se derrumbaría todo el esfuerzo diplomático que se está llevando a cabo para mejorar su imagen en el mundo después de los episodios sangrientos en el Líbano, en Gaza y en el mar mediterráneo con la masacre de la flotilla de la libertad todavía resonando en las relaciones con el vecino –antiguo aliado- turco.
Si finalmente deciden no atacar, le estarían dando tiempo a las milicias palestinas para que sigan armándose con misiles de más capacidad y más alcance pero ahora con una presencia iraní incómoda en el mediterráneo, algo que no ocurría en los días anteriores a la revolución del pueblo egipcio.
No hay duda de que Israel se está acordando estos días del anterior presidente de Egipto y sus generosas contribuciones al estado de Israel ya sean en temas de seguridad, de energía, pero encima de todo porque era el líder del eje de los moderados que en la anterior década ha hecho frente a los focos de resistencia anti sionista presentes y con fuerza en Oriente Medio.
Mohammed Mehdi
Pues que se acuerden todo lo que quieran de Mubarack, eso me trae al pairo, el caso es que la Revolucion Egipcia repercuta favorablemente todo lo posible en el Pueblo Palestino y Ojalá el Estado de Israel se viera tan debilitado y aislado internacionalmente que tuviera que salir por patas de los Territorios Palestinos. ¡Ojala la proxima Revolución sea la que eche Abajo al Gobierno Sionista!
ResponderEliminarSaludos