Obviamente, esta es una afirmación que no tiene género de duda para la mayoría de la gente de este planeta, pero parece que la administración Obama y ciertos países europeos se niegan a aceptarla. Todavía no.
La administración de EE.UU con el imperio mediático a su servicio quieren convencer a todo el planeta de que el régimen de los ayatolás en Irán es el nuevo enemigo público mundial igual que lo fue el régimen de Saddam Husein a finales del siglo XX y a principios del XXI. Y es por ello que hace casi un año que nos están bombardeando a diario en los medios de comunicación con la bomba nuclear que supuestamente Irán está construyendo. Hasta el punto de que la mayoría de la gente piensa que Irán ya ha terminado de fabricar la bomba y se dispone a mandarla a Nueva York, Washington, Londres o París.
Esta manera de mentir compulsivamente fue inventada en la segunda guerra mundial por el general nazi Joseph Goebbels que dijo: Una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad.
Unos cuantos meses antes de la invasión de Iraq en 2003, Bush y sus amigos neoconservadores como Dick Cheney, Donald Rumsfeld, Paul Wolfowitz, etc.. lanzaron calumnias inaceptables acerca de las armas de destrucción masiva que supuestamente poseía el difunto Saddam Husein. Y todo el mundo recuerda como El secretario de Estado Colin Powell presento pruebas falsas en la sala de Naciones Unidas que denunciaba que Saddam tenía armas de destrucción masiva, mantenía de relaciones con grupos terroristas como Al Qaeda y preparaba un ataque terrorista contra instalaciones estadounidenses.
Esa estrategia basada en la mentira funcionó en Iraq pero no funcionará con Irán. Por varias razones, las más principales las resumo como sigue:
La situación actual de crisis económica ha hecho que estados unidos perdiera esa hegemonía mundial que tenía a principio del presente siglo. Es verdad que mantiene todavía el poder militar en el mundo. Sin embargo, su sistema económico y financiero ha sufrido un duro golpe del que va a tardar un tiempo en recuperarse, y lo más duro hasta el momento es que la recuperación se está llevando a cabo gracias a la intervención del estado en la economía, algo que choca con el principio de neoliberalismo que los mismos Estados Unidos se empeñaron en inculcar a los demás países a finales del siglo pasado.
Otro aspecto importante es la capacidad defensiva del régimen Iraní que es al menos, desafiante, con más de un millón de efectivos repartidos entre tierra, mar y aire, misiles tierra-tierra de alcance regional importante capaces de llegar al corazón de Tel-Aviv en cuestión de minutos , y sobre todo una experiencia de más de 9 años de guerra defensiva contra el Iraq de Saddam Hussein en la década de los 80.
Los dos regímenes han llevado con distinta suerte el embargo internacional que se les impuso. Así, mientas los iraníes desafiaron con mucha destreza el embargo llegando a ser autosuficientes en casi todos los sectores. El régimen iraquí vio como gran parte de la fortuna que sacaba del petróleo la tenía que gastar en adquirir comida y recursos para su propia ciudadanía.
El régimen de Teherán cuenta con el apoyo de la mayoría de su pueblo a salvedad de una minoría que aunque se opone al régimen actual, no difiere con él en lo que son asuntos de estado tales como el derecho al uso pacífico de energía nuclear.
La situación geográfica de la que goza Irán hace que cualquier conflicto futuro tenga consecuencias graves para el mundo entero, puesto que Irán puede bloquear el paso de Hormuz tan estratégico por el que pasan casi el 40% del petróleo exportado en el mundo.
Me he limitado a citar algunas de las razones por las que se puede concluir que hay diferencias abismales entre la situación entre el Iraq de principio de la primera década del siglo , y el Irán de la segunda.
Hay más razones estratégicas y geopolíticas que hacen diferentes los dos escenarios, como puede ser la alianza fuerte de irán con Siria y el verdadero quebradero de cabeza para el estado hebreo. el grupo libanés Hizboláh.
Todo lo anterior parece indicar que un conflicto con Irán en estos momentos es inviable, pero no hay que olvidar a una parte interesada en mantener su hegemonía en oriente medio como es Israel que como pasó en 1981 con Iraq no va a dudar en golpear la infraestructura nuclear de Irán en caso de que vea que las negociaciones o las sanciones contra el régimen islámico no den el fruto que ellos esperan.
sábado, 24 de abril de 2010
Irán no es Iraq.
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