El rey de Arabia saudí Abdallah y el presidente de Irán Mahmud Ahmadinejad |
En el momento en que los árabes y musulmanes se encuentran
inmersos en las festividades del día después del Ramadán, los israelíes y sus
amigos americanos están muy pendientes de la visita histórica que va a realizar
el recién elegido presidente Mohamed Morsi a la república islámica de Teherán
para asistir a la conferencia de países de no alineación que está prevista que
se celebre a finales de este mes.
El presidente de Egipto se dirige primero a China en una
visita oficial y en la vuelta se parara en la capital iraní. Este es un mensaje
claro a Estados Unidos y a Israel de que Egipto ha empezado la operación de
escapar del control político y económico americano-israelí, y ya no le hace
falta agradar a los países del golfo, especialmente a Arabia saudí que se
interponía a cualquier acercamiento entre Egipto e Irán.
Mohamed Morsi no puede sentirse incómodo con la visita a
Irán porque el mismo rey de Arabia saudí Abdallah Ibn Abdelaziz ha recibido al
mandatario iraní en la Meca hace una semana en una visita muy llamativa e insistió
en que Mahmud Ahmadinejad le acompañara a la hora de recibir a los mandatarios de
los países islámicos invitados para la ocasión.
Si la misma Arabia Saudí que considera Irán y su programa
nuclear su mayor fuente de amenaza y empuja a Estados Unidos para destruirlo,
ahora intenta acercar posturas con ella, y empieza un diálogo con el chiismo
para limar diferencias unificar posturas, ¿Por qué Egipto gobernada ahora por los hermanos musulmanes que siempre han tenido buenas
relaciones con Irán y su satélite Hezbollah cuando estaba en la oposición, se
tiene que alejar de ella?
Todo parece indicar que Mohamed Morsi declarara desde Teherán
que se van a reanudar las relaciones diplomáticas con Irán después de una
parada que ha durado 32 años. Todos vimos como fue el abrazo que se dieron
Mahmud Ahmadinejad y Mohamed Morsi cuando se encontraron en la Meca. Porque no
es nada normal que Egipto tenga una embajada en Tel-Aviv y y no tenga ni
siquiera representación en Teherán.
El ex presidente egipcio Hosni Mubarak se negaba a emprender
relaciones con Irán porque eso hubiera molestado a sus señores en Washington y
sus amigos los reyes y príncipes del golfo pérsico y se refugiaba en que Irán
había nombrado a una de las principales avenidas de Teherán con el nombre de
Khalid al-Islambuli que fue el hombre que dirigió la operación que terminó con
la vida del anterior presidente de Egipto Mohamed Anuar el-Sadat. Actualmente,
no creo que los hermanos musulmanes vayan a objetar algo sobre este asunto, es
más, probablemente sea bienvenido porque Anuar el-Sadat fue un enemigo feroz del movimiento encarcelando y ejecutando a muchos de sus dirigentes y militantes.
El rey Abdallah y el presidente Morsi durante la reunión de países islámicos en La Meca |
Por su parte, Irán cesó cualquier relación diplomática con Egipto como
protesta por los acuerdos de Camp David y el tratado de paz con Israel, del
mismo modo, los hermanos musulmanes sufrieron persecución y encarcelamiento largos
años por su oposición a este tratado y todo indica que el Egipto actual no sólo
quiere revisar el tratado sino cambiarlo sobre terreno y anular varios de sus
anexos que tienen relación con la seguridad en el Sinaí.
Y si son verdad las informaciones que apuntaban a que Egipto
habría desplegado baterías de misiles antiaéreos y blindados en el Sinaí sin la
autorización expresa de Israel, eso quiere decir que Egipto ha empezado a
vaciar este tratado de paz de su contenido en seguridad en una calma y una confianza
y con mucha rapidez. Porque los grupos jihadistas que se mueven por el Sinaí no
tienen ni tanques ni aviones para disponer de una batería antiaérea para hacerles
frente. Estos misiles están dirigidos con total seguridad hacia Israel para
utilizarlos en cualquier violación del espacio aéreo del Sinaí por parte de los cazas israelíes.
Egipto está saliendo
de la jaula de la esclavitud y mezquindad del Oeste a pasos agigantados, y ha empezado
a retomar su honra y libertad a la espera de lo que tiene que ocurrir en
Teherán.